De la TV lineal a la TV conectada
La introducción en el mercado de la TV conectada (CTV) y la aparición de los servicios OTT o TV por streaming (el contenido que se muestra directamente a los espectadores a través de un servicio de streaming de vídeo por Internet, sin pasar por la televisión por cable tradicional), trae consigo la convivencia de la “televisión lineal” con nuevas formas acceso al contenido como:
- La TV en todas partes (TVE), también conocido como streaming autenticado o vídeo autenticado bajo demanda (VOD) permite a los consumidores acceder al contenido de entretenimiento que deseen por internet estén donde estén, simplemente con las credenciales de inicio de sesión de su servicio de suscripción.
- Vídeo bajo demanda (VOD) aquel al que el usuario puede acceder cuando lo desee al contenido de su elección, en otras palabras, hablamos de servicios como Netflix, HBO Max, Apple TV… Hay cuatro tipos principales de VOD, en función del tipo de contrato que se establece por los servicios:
- Vídeo bajo demanda por suscripción (SVOD): pagas una cuota periódicamente para acceder al servicio. P.e. Filmin.
- Vídeo bajo demanda transaccional (TVOD): pagas por cada cosa que puedes ver. P.e. Rakuten TV.
- Vídeo bajo demanda con anuncios (AVOD): en lugar de pagar, admites el visionado de publicidad. P.e. Freevee (Amazon) o los canales de TDT tradicional en sus versiones a bajo demanda.
- Vídeo bajo demanda premium (PVOD): se ofrecen contenidos exclusivos a un precio más alto (por ejemplo estrenos, o calidades de reproducción superiores). P.e. DAZN además de la suscripción tiene un modelo PPV (pay per view) para determinados eventos.
Más allá de la simple reproducción de contenido, la TV conectada ofrece nuevas posibilidades de interacción para el usuario, convergiendo con las que pueden ofrecer los smartphones, PC o videoconsolas.
Adaptar los procesos de producción a la TV conectada
Todas estas nuevas posibilidades a nivel de consumidor, tienen su reflejo en la aparición de modelos de producción de contenidos audiovisuales tecnológicamente más complejos, que deben considerar diferentes contextos de consumo. Los diferentes dispositivos; la situación del usuario (consumo grupal o individual, usuario premium o estándar…); la demanda de más libertad y profundidad a la hora de relacionarse con el contenido… La producción, ya no puede limitarse a ordenar cronológicamente fragmentos de vídeo (contenidos lineales), debe ofrecer diferentes capas de información que completen su experiencia.
Esta mayor complejidad, podría ser paralizante a la hora de generar contenidos en directo, ya que podría dilatar enormemente los tiempos de producción. Surge por tanto, la necesidad de nuevas herramientas, que se integren en la operativa de captura, edición y retransmisión y que agilicen procesos críticos sobre la marcha.
Para este contexto de producción de contenidos en directo, en Quobis estamos abordando dentro del proyecto de innovación Ingestia (financiado por los fondos NextGeneration EU) diferentes enfoques basados en WebRTC y herramientas de Inteligencia Artificial, tales como el etiquetado automático de contenido, la transcripción, o la edición asistida.